Mi hija nació con parálisis cerebral, por lo tanto no habla y no se mueve. Además, pese a que su edad ya supera los doce años, su entendimiento es de una niña mucho menor. No sé de qué forma enseñarle sobre la existencia de Al-lah y sobre la obligación que tiene respecto a Él en cuanto a la adoración. Así que hacerle entender lo que es el ayuno y cómo debe hacerlo es imposible.
Mi pregunta es: ¿Mi hija es considerada dentro de los que han perdido la razón y la consciencia y por lo tanto no están obligados a cumplir con los actos de adoración? O ¿Ella se considerada dentro de los enfermos de los que no se espera recuperación alguna y por lo tanto su Wali (responsable) debe expiar el ayuno dando alimento a un necesitado por cada día no ayunado?
Respuesta:
Alabado Sea Al-lah, Señor del Universo. Doy testimonio que nada ni nadie merece ser adorado sino Al-lah, y que Muhammad, sal-la Al-lahu ‘alaihi wa sal-lam, es Su siervo y mensajero.
Es sabido que la obligatoriedad de la adoración y demás asuntos de la Shari’a recaen solamente sobre la persona cuando esta alcanza la pubertad y goza del uso pleno de sus facultades mentales. Dijo el Mensajero de Al-lah, sal-la Al-lahu ‘alaihi wa sal-lam: “A tres clases de personas no se le registra sus obras: al dormido hasta que despierte, al menor hasta que llegue a la pubertad y al que perdió su razón hasta que la recupere” [Bujari y Ahlu Assunan].
Si su hija ya llegó a la pubertad tenemos entonces que debe comenzar a cumplir con sus deberes religiosos, siempre y cuando demuestre entendimiento y discernimiento, por más que no pueda moverse y hablar. Si este es el caso y tiene la posibilidad física de ayunar, entonces debe hacérsele entender qué es el ayuno y cómo debe hacerlo. Pero si físicamente le es imposible y no hay esperanza de que mejore, entonces ella, y solo ella, es responsable de la expiación por no poder cumplir. Eso quiere decir, que si ella tiene dinero propio debe dar alimento a un necesitado por cada día que no ayune, de no tener como hacerlo, pues entonces no hay problema y su Wali está exento de hacerlo, así él sí tenga los medios para pagar dicha alimentación.
Si ella en realidad tiene problemas de discernimiento, entonces no está obligada a nada.
Por lo anterior le recomendamos que pida la opinión de un médico experto en el tema, para que defina el grado de entendimiento y conciencia que tiene su hija.
Le pedimos a Al-lah, Glorificado y alabado sea, que cure a su hija y que les recompense a ustedes por la paciencia y el cuidado que tiene con ella.
Y Al-lah sabe más.