Doy testimonio que nada ni nadie merece ser adorado sino Al-lah, y que Muhammad, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, es Su siervo y mensajero.
No hay problema en utilizar fuegos artificiales, venderlos o comprarlos, porque están permitidos por sí mismos. Pero esto será bajo la condición de no utilizarlos para asustar o perjudicar a un musulmán, y que quien los usa no se distraiga de cumplir con algunos de sus deberes. Tampoco deben ser muy caros, porque si son caros, entonces se consideran como algo permitido que conducirá a algo prohibido, que es malgastar el dinero.
Pero no hay nada que indique que utilizarlos es un tipo de adoración al fuego, ya que no todos los que utilizan algo relacionado con el fuego se considerarán adoradores del fuego y por consiguiente incrédulos.
Y Al-lah Sabe mejor.