¡Alabado sea Al-lah!, Señor de los mundos. Testifico que nadie mereceser alabado excepto Al-lah, y que Muhammad, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, esSu siervo y mensajero.
No es permisible que el tutor de una muchacha la case con un alcohólico, y ella no debe aceptar ese matrimonio. Si el padre insiste, ella puede llevarel caso ante la corte para evitar que su padre la case con se mejante hombre.
Por otra parte, lo que el padre le dijo a su hija respecto a que ellapuede reformar a su esposo después del matrimonio, son las palabras de alguien muy ignorante sobre lo que es el alcoholismo. Su padre la está lanzando a lfuego esperando que sobreviva. Si su amiga se casa con ese hombre, él podría arrastrarla al abismo y llevarla a cometer pecados, incurriendo en repercusiones peligrosas. Por lo tanto, este padre debe temer a Al‑lah e lAltísimo y asumir su obligación y su responsabilidad para con su hija, de las que tendrá que dar cuentas ante Al‑lah Todopoderoso. Él debe prepararse para esa situación tan grave. Por otra parte, la muchacha debe tratar de encontrar aalguien que pueda mediar entre ella y su padre, para así convencerlo de la postura de ella, subrayando la gravedad y la importancia de este paso.
Y Al‑lah sabe más.