Las alabanzas sean para Al-lah, Señor y Creador del universo, y que Su paz y Sus bendiciones sean con el Profeta Muhammad, con todos sus familiares y todos sus discípulos.
Ese dato de que se pueden conocer las características de una persona con base en la fecha de nacimiento que señala qué signo del zodiaco le corresponde, es una afirmación errada sin base científica. Estas ideas son tomadas de la astrología, que al final viene siendo un tipo de adivinación, que es igual de prohibida por el hecho de pretender saber lo oculto, lo que solo Al-lah sabe. Alegar que es lícito no tiene un sustento que se base en el conocimiento, ni siquiera en una costumbre. Por lo tanto, es Haram leer el horóscopo y más creer en que es verdad.
El comité de Ifta’ de Arabia Saudita estableció al respecto lo siguiente: “(Los signos del zodiaco) es haram publicarlos, leerlos o promocionarlos entre la gente. No es lícito creer en ellos, pues hacerlo es un acto de incredulidad y un ataque directo al Tawhid. Hay que prevenir sobre su peligro e instar a la gente a que deje esa costumbre, y que se encomienden completamente en Al-lah en todo asunto”.
El Shaij ‘Atiah Saqr, que Al-lah lo tenga en Su misericordia, uno de los más grandes sabios del Azhar, dijo sobre los signos zodiacales: “El Enviado de Al-lah, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, nos previno de creer o instar a la gente a seguir este tipo de métodos falsos con los que se pretende conocer el futuro”.
Al ‘arraf, como se le dice al adivino en árabe, fue descrito por Al Bagawi como: “Es la persona que alega conocer las razones de lo que sucede y el futuro. Se lo conoce también como kahin, es quien alega conocer lo oculto en su adivinación, la cual es acertada en muy pocas ocasiones y errada la mayoría de las veces. Además, alega que los yinn son quienes le dan la información”.
Sobre el kahin encontramos el dicho profético que dice: “Aquel que consulta un kahin y cree lo que le dice, deja de creer en lo que le fue revelado a Muhammad” (Al Bazzar, con un Isnad bueno y fuerte). Y lo que le fue revelado al Profeta de Al-lah es que el conocimiento de lo oculto solo lo tiene Al-lah.
El horóscopo que se publica en los periódicos se basa en la astrología, y sobre esta seudociencia, encontramos el Hadiz registrado por Abu Dawud e Ibn Mayah en el que se reporta que el Mensajero de Al-lah dijo: “Quien adquiere conocimiento en astrología, es como si aprendiera brujería”.
Al Hafidh dijo: “Lo que se prohíbe del estudio de las estrellas y constelaciones es lo que algunas personas alegan en referencia a que les es posible conocer por medio de ellas sucesos que ocurrirán en el futuro, como cuándo lloverá, cuándo habrá viento o el cambió de precios, etc. Pretenden que ellos logran saber todo esto con base en la posición, aparición u ocultamiento de un astro. Pero sabemos que el conocimiento de lo oculto es algo exclusivo de Al-lah. Usar los astros para ubicarse, saber hacia dónde es la quibla, cuánto tiempo ha transcurrido o cuánto falta de la noche, no entra dentro de esta prohibición (pues no es lo mismo que los adivinos alegan)”.
Los ‘Ulama’ afirman que quien cree en esas predicciones y acepta que ellas pueden dañarlo o beneficiarlo, y que alguien diferente a Al-lah puede conocer lo oculto y el futuro, comete un acto de incredulidad. Quien las consulta, pero no cree que sean verdad o que lo puedan dañar o beneficiar, sigue siendo un creyente, pero se lo considera como pecador por ese acto, mismo que lo hace perder hasanat.
La afirmación anterior es sustentada por el registro de At-Tabari en el que se reporta que el Enviado de Al-lah, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: “Quien consulta a un adivino y cree lo que le dice, ha dejado de creer en lo que se le reveló a Muhammad. Pero quien lo hace sin creer lo que le indica, su oración no le será aceptada durante cuarenta noches”.
Y Al-lah sabe más.