Los demonios de la moda (Parte 2)
14/04/2010| IslamWeb
Engalanarse, embellecerse y vestirse bien no está mal ni es un asunto prohibido en el Islam, todo lo contrario, es algo a lo que nuestra religión nos llama, claro, siempre y cuando nos apeguemos al código que para tal efecto Al-lah y Su Profeta han establecido, ‘Abdul-lah ibn Mas’ud, que Al-lah Esté complacido con él, relató que el Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alaihi wa sallam, dijo: “No entrará al Paraíso quien tenga en su corazón orgullo, aunque este equivalga al peso de un átomo”, uno de los presente le dijo: “Pero a la gente le gusta que su ropa y calzado se vean bien”; el Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, respondió: “Al-lah Es Bello y Le Gusta la belleza, el orgullo es rechazar la verdad y ser desagradecido”. [Muslim] Al-lah, Altísimo sea, Dice (lo que se interpreta en español): {¡Oh, hijos de Adán! Cubríos [para rezar] y engalanaos cuando acudáis a las mezquitas. Y comed y bebed con mesura, porque Al-lah no Ama a los inmoderados.} [Corán 7:31]
Para que los demonios de la moda no toquen y entren en nuestros hogares y sociedades debemos aunar esfuerzos, para contrarrestar sus efectos, atractivos y engaños; de lo contrario, nos expondremos a nosotros mismos y a nuestras familias a un gran peligro que terminará carcomiendo y corrompiendo todo lo bueno que aún nos queda. El principal objetivo al que apuntan estos demonios es la mujer, pues ellos saben bien que ella juega un papel fundamental en la sociedad islámica, pues es quien la nutre con nuevos individuos, ella es la base principal que la sostiene; así que, si logran corromperla, estarnos perdidos.
La naturaleza de la mujer es débil frente a la vanidad, por esta razón es muy fácil influenciarla, excepto aquella que se ha fortalecido con la fe en Al-lah, la cual emana del conocimiento de su religión y la práctica consciente de sus obligaciones. La responsabilidad de protegerlas recae directamente sobre la espalda de los que Al-lah Ha Designado como sus responsable, los padres en primera instancia, luego los hermanos, tíos y esposos; este es un derecho que ellas tienen y una obligación de la que dependerá el éxito del hombre en esta y la Otra Vida. Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {¡Oh, creyentes! Guardaos a vosotros mismos y a vuestras familias del Fuego, cuyo combustible serán los hombres y las piedras, y en el que habrá Ángeles violentos y severos que no desobedecen a Al-lah en lo que les Ordena, sino que ejecutan cabalmente Sus órdenes.} [Corán 66:6]
Las opciones de las que disponen los hombres para proteger a las mujeres que están bajo su responsabilidad −sean sus hijas, hermanas, sobrinas o esposas− son varias, pero la principal −después de una educación adecuada y basada en los principios islámicos− es cortar de raíz cualquier medio por el cual se pueda colar esta perversión. Los medios de comunicación juegan un papel esencial en la promoción de la moda en el mundo entero, son muchos los canales de televisión que transmiten en vivo y en directo el lanzamiento de una nueva colección, sin reparar en los daños que puede causar en el publico que los sigue: mujeres desnudas con sus vestidos desfilando frente a los ojos de miles de espectadores. Y qué decir de las revistas “especializadas” en temas de belleza, los almacenes de ropa o centros de belleza, donde se exponen fotografías que atraen a las incautas, para que caigan rendidas ante los “encantos”, más bien engaños, de la moda. Por ello, es muy importante inculcar en las niñas, desde pequeñas, el rechazo por este tipo de comportamientos, de una forma concienzuda, formadora y edificadora.
Es cierto que en muchas partes, por no decir en todo el mundo, es imposible cambiar lo que estos medios transmiten y lo que los almacenes y centros de belleza exhiben, en las condiciones actuales en las que nos encontramos; pero la puerta del consejo siempre está abierta, así que debemos recordarles a los responsables de estos medios y lugares lo que Al-lah les Advierte, cuando nos Dice (lo que se interpreta en español): {Aquellos que desean que se propague la obscenidad entre los creyentes tendrán un doloroso castigo en esta vida y en la Otra. Al-lah Sabe y vosotros no sabéis.} [Corán 24:19]
No podemos ser negligentes ante este problema, y sumarnos a la lista de inútiles que no hacen nada por el simple hecho de que hoy en día la mayoría de la gente es así, no es una excusa. Como responsables de nuestras mujeres debemos estar atentos a todo lo que entra y sale de nuestras casas; es decir, debemos estar pendientes de los programas de televisión que ven, las revistas, sitios en la internet y demás que leen la niñas y las mayores; estar al tanto de la ropa que compran y usan, y tener la valentía de imponernos cuando sea necesario. Recordemos que el Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam, nos dijo: “A cualquier gobernante que gobierna una comunidad de musulmanes y muere engañándolos, Al-lah le Prohibirá el Paraíso”.[Al Bujari] La palabra “gobernante” no solo se refiere a las autoridades nacionales o civiles que manejan un estado, aquí se involucra a todos aquellos que tienen una responsabilidad sobre las personas, es decir, el padre y su familia; de igual forma, “engañándolos” tiene un significado más amplio, que va hasta el simple hecho de no haberse preocupado por impartirles una educación sana y justa, tal como Al-lah y Su Profeta nos lo indicaron.
De igual forma, hay que tener presente que la educación de las niñas con responsabilidad y esmero, es una de las razón por las cuales Al-lah nos Puede Agraciar con el Paraíso y Protegernos del castigo en el Infierno. Dijo el Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam: “A quien se le dieron hijas y este las educó correctamente, ellas le servirán como protección contra el fuego del Infierno”. [Bujari y Muslim]
Por último, no nos queda más que aclarar que, aunque las últimas palabras iban dirigidas al cuidado que hay que tener para con las mujeres, esto no significa en ningún momento que a los varones se les puede dejar hacer lo que quieran por el simple hecho de ser hombres. Ellos también están expuestos a la maldad; por ello, hay que dedicarle el mismo cuidado y dedicación que a las niñas. Solamente nos inclinamos en esta última parte a las mujeres por ser ellas las que más peligro corren respecto al tema que estamos tratando, y por ser las que más se dedican al seguimiento de la moda; además, porque es más que evidente que muchos padres son negligentes frente a la educación de sus hijas.