• Rezar por el difunto
Los musulmanes que estén presentes deben rezar por la persona fallecida, ya que es su derecho.
• Seguir rápidamente la procesión fúnebre
El Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, solía seguir la procesión fúnebre y aconsejó a la gente seguirla y no sentarse hasta que el muerto fuera enterrado; él, sallallahu ‘alaihi wa sallam, dijo: “Cuando vean una procesión fúnebre, deben seguirla y la gente no debe sentarse hasta que el muerto sea enterrado”. [Bujari]
• Evitar lamentarse y abofetearse
El Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, prohibió con vehemencia que uno se abofeteara y dijo: “No es de los nuestros quien se abofetea y se lamenta a la manera de la gente de la Yahiliyah (período preislámico de ignorancia)”. [Bujari y Muslim]
• Cumplir la voluntad del difunto
La familia del difunto debe cumplir con su voluntad, siempre que no sea un pecado. ‘Amr ibn Al ‘As, que Al-lah esté complacido con él, dijo al momento de su muerte: “Cuando muera, no dejen que me acompañen plañideras ni fuegos. Cuando me entierren, llenen mi tumba con tierra. Luego quédense alrededor de ella el mismo tiempo que toma sacrificar un camello y distribuir su carne, de modo que halle consuelo (en su compañía) y averigüe qué respuesta puedo darle a los mensajeros (ángeles) de mi Señor”. [Muslim]
• Pedirle a Al-lah, el Todopoderoso, por los difuntos
Es preferible que los musulmanes esperen en la tumba del difunto después de su entierro e invoquen a por él Al-lah, el Altísimo, sinceramente. Deben pedirle a Al-lah que le dé firmeza, lo perdone y tenga misericordia de él. Entre las súplicas que el Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, solía decir por los muertos, está la siguiente: “¡Oh, Al-lah!, perdónalo y ten misericordia de él, mantenlo bien y perdónalo. Honra el lugar donde se asienta y has amplia su entrada. Lávalo con agua, nieve y granizo, y límpialo de pecado como se limpia un vestido blanco de la suciedad. Oh, Al-lah, dale una casa mejor que su casa, una familia mejor que su familia y una esposa mejor que su esposa. Oh, Al-lah, admítelo en el Paraíso y protégelo del castigo de la tumba (o del castigo del Infierno)”. [Muslim, At-Tirmidhi y An-Nasa’i]
• Rezar la oración fúnebre sobre una persona ausente
Si algún musulmán muere en un lugar lejano y no hay musulmanes en la vecindad para que hagan las oraciones fúnebres sobre él, entonces los musulmanes deben rezar por él dondequiera que estén. El Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alaihi wa sallam, hizo esta oración fúnebre sobre An-Nayashi, el rey de Abisinia, cuando se le informó sobre su muerte.
• Cocinar para la familia del difunto
Esto se hace por un sentido de cooperación y afecto, con el fin de aliviar a la familia del fallecido. Cuando Ya’far ibn Abi Talib murió, el Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alaihi wa sallam, dijo: “Preparen comida para la familia de Ya’far, pues les ha sobrevenido un grave asunto que ahora los ocupa”. [At-Tirmidhi e Ibn Mayah]
• Pagar las deudas del difunto
Esto es porque pagar las deudas es algo obligatorio. El Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, solía ordenarle a la gente que pagara las deudas del difunto antes de rezar por él. [At-Tirmidhi]
• Condolencias
Un musulmán debe consolar a la familia del fallecido e instarla a estar satisfecha con el decreto y la predestinación de Al-lah, el Todopoderoso. No es recomendable sentarse en tiendas de campaña fúnebres y contratar personas para que reciten el Corán. También se desaconseja dar condolencias a alguien cuando ya han pasado tres días, excepto si uno estaba de viaje y regresó después de ello. Realizar reuniones de condolencia con la gente el jueves o después de 40 días de la muerte son Bid‘ah (innovaciones) que no traen beneficio para el muerto y es un pecado que los vivos llevarán sobre sí mismos.
• Evitar las costumbres de la Yahiliyah
Está permitido informar a la gente sobre la muerte de una persona en particular, ya que el Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, informó a los Compañeros, que Al-lah esté complacido con ellos, sobre la muerte de An-Nayashi, Ya’far ibn Abi Talib, Zaid ibn Haridah y ‘Abdul-lah ibn Rawahah, que Al-lah esté complacido con ellos. No está bien recordar al muerto mencionando su linaje, parientes y sus mensajeros con el fin de exhibirlos.
• Aprender lecciones
Los musulmanes deben aprender lecciones, arrepentirse ante Al-lah, el Todopoderoso, y realizar más actos de obediencia, además de abstenerse de la desobediencia, puesto que saben que enfrentarán este mismo final. Se rezará sobre ellos y serán seguidos en una procesión similar, enterrados y dejados solos; la muerte es suficiente para alguien que busca amonestación.
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Etiqueta de los funerales (Parte 1 de 2)